miércoles, enero 23, 2008

Lágrimas de sangre




LÁGRIMAS DE SANGRE

Todo empezó cuando me dejé llevar, por el miedo, por la ilusión, por los nervios, por la emoción, el caso es que cuando me di cuenta de lo que había hecho era tarde, me había convertido en el ser más horrible y oscuro del mundo.
Primero pasan por tu cabeza todos los momentos malos, el dolor, el sufrimiento, la sangre… En ese instante no existen cosas buenas, no hay momentos felices, no hay risas, no hay amor, no hay nada en el mundo que valga la pena recordar, aprendes a vivir con el odio y el dolor, y luego vives de ellos, te alimentas del sufrimiento, de la soledad, la ira que llevas dentro se materializa en cada grito; sueñas, piensas; al final lo bueno acaba, y lo oscuro y aterrador perdura durante toda la eternidad, todo acabará antes o después, ¿qué importa si para mí acaba antes? ¿a quién le importa que yo muera, viva, ría o llore, si nadie me conoce, si nadie entiende lo que siento, si sólo siento odio y dolor?
He aprendido a no sentir físicamente, la sangre no me asusta, el dolor no me duele. Pero sigo llorando lágrimas de sangre, no me duele que la gente me odie o me haga el vacío, no me duele que mi familia me diera la espalda, no me duele que todo mundo que conocí se volviera contra mí, lo único que me duele, es que lo hagan porque el mal y la oscuridad me llamaron y yo caí en sus redes, convirtiéndome en un ser satánico, malévolo y sediento de sangre.
Sigo llorando, tenían que haberme comprendido, o al menos debieron intentar ayudarme, pero me olvidaron, dejaron de recordar todos los momentos buenos que vivimos, dejaron de sentir alegría al verme para sentir rabia y miedo.
Mi vida cayó en la miseria, todo mi optimismo se convirtió en odio a todo ser viviente, sólo tengo ganas de venganza, y me he vengado, me traicionaron y yo ahora les hice pagar por todo el daño que me han hecho.
Pero lamento lo que hice, porque ahora me ha vuelto el corazón y lloro sangre de nuevo, pero no de dolor propio, sino de dolor ajeno. Es horrible ver a todos mis antiguos amigos, llorando y arrepintiéndose de todas sus palabras despectivas y llenas de maldad que dirigieron hacia mi y hacia mi modo de vida antes, es horrible ver a tu padre sentado en un banco dándole la espalda a lo que queda de ti, reflexionando el porqué de estar sentado ahí, el porqué de esa reunión a mi lado. Es horrible ver a tu madre, llorando sobre un ataúd, con mi cuerpo inerte y lleno de sangre, dentro..






Lágrimas de sangre, Ninfaynina (Lary)

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